La reciente aplicación de tarifas por parte de Estados Unidos a bienes provenientes de México ha causado inquietud en diferentes sectores económicos mexicanos. Estas tarifas, establecidas por el gobierno del presidente Donald Trump, se consideran un riesgo para la estabilidad económica del país y podrían impactar de manera notable el Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
Efecto en la economía del país
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) ha manifestado su preocupación por el riesgo de que estas tarifas provoquen una recesión económica en México. De acuerdo con cálculos, si las medidas proteccionistas continúan, el PIB mexicano podría reducirse en un 4%. Este panorama impactaría negativamente el empleo, la inversión y el poder adquisitivo de la población.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) ha expresado su alarma ante la posibilidad de que estos aranceles conduzcan a una recesión económica en México. Según estimaciones, si las medidas proteccionistas se mantienen, el PIB mexicano podría contraerse en un 4%. Esta situación afectaría negativamente el empleo, la inversión y el poder adquisitivo de los ciudadanos.
Ante esta amenaza, la Coparmex ha exhortado al gobierno mexicano a mantener una postura decidida y a emplear los mecanismos del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) para desafiar las tarifas implementadas por Estados Unidos. Asimismo, ha subrayado la importancia de diversificar los mercados de exportación y disminuir la dependencia económica de un solo país, fomentando estrategias que aumenten la competitividad y el crecimiento de las empresas mexicanas en el escenario mundial.
Frente a esta amenaza, la Coparmex ha instado al gobierno mexicano a adoptar una postura firme y utilizar los mecanismos establecidos en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) para impugnar los aranceles impuestos por Estados Unidos. Además, ha enfatizado la necesidad de diversificar los mercados de exportación y reducir la dependencia económica de un solo país, promoviendo estrategias que fortalezcan la competitividad y el crecimiento de las empresas mexicanas en el ámbito internacional.
Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha calificado la imposición de estos aranceles como una medida «ofensiva, difamatoria y sin sustento». Ha anunciado que, a partir del 9 de marzo, se implementarán medidas arancelarias y no arancelarias en respuesta, detallando las acciones específicas en una audiencia pública programada para esa fecha. Sheinbaum ha subrayado que estas medidas no solo perjudican a México, sino que también afectan a ciudadanos y empresas de ambos países, enfatizando la importancia de la cooperación bilateral sin caer en subordinación.
Perspectivas cambiarias y de inversión
La incertidumbre generada por los aranceles también ha impactado el mercado cambiario. Se prevé que el tipo de cambio del peso mexicano frente al dólar estadounidense podría superar los 22 pesos por dólar, lo que incrementaría los costos de importación y afectaría el comercio exterior. Además, la situación podría desincentivar la inversión extranjera directa en México, afectando la creación de empleos y la expansión de industrias clave.
Llamado a la unidad nacional
La actual coyuntura ha llevado a un cierre de filas entre empresarios, partidos políticos y la sociedad civil en apoyo al gobierno federal. Se han convocado reuniones y manifestaciones para expresar el rechazo a las medidas arancelarias de Estados Unidos y para mostrar unidad en la defensa de la economía nacional. Este frente común busca enviar un mensaje claro de que México no estará «a merced de amenazas mensuales» y que defenderá su soberanía económica con firmeza.